El músico sanluqueño Manuel Muñoz Alcón, Manolo Sanlúcar, recibió ayer un merecido y sentido homenaje del pueblo de Sanlúcar, que ha dado su nombre a la antigua iglesia de La Merced rehabilitada y convertida en un magnífico auditorio, en el que además del cariño de su ciudad recibió el del mundo del flamenco a través de la guitarra. Ocho reconocidos guitarritas le ofrecieron a su maestro un espectáculo inolvidable.
Manolo Sanlúcar, recibido a las puertas del auditorio por el alcalde, Víctor Mora, entró en la sala con un aluvión de aplausos y muestras de cariño. Fue, además, el primero en pisar el nuevo escenario del Auditorio Municipal Manolo Sanlúcar (AMMS), desde donde intervino acompañado de su sobrina, Gala Évora.
“Como comprenderán, es una fecha marcada en la piel a sangre y a fuego”, dijo el compositor, quien recordó cómo toda su vida ha luchado porque “nuestra cultura, la más genuina y verdadera, esté siempre presente”
“Hoy es un día muy feliz porque siempre he luchado llevando por delante la palabra de mi pueblo, de tal manera que soy un hombre que renunció a su apellido para coger el de Sanlúcar”, dijo para arrancar otra salva de aplausos de cariño.
Manolo Sanlúcar, como siempre ha hecho, defendió y habló de Andalucía, “que tiene unas condiciones históricas y humanas que hacen que la música de nuestra cultura sea el espejo de nuestra alma”. Se apoyó para ello en una letra flamenca: “Dijo la lengua al suspiro, échate a buscar palabras que digan lo que yo digo“.
“Yo quisiera ser para ustedes un mensajero. Mi guitarra está al servicio de mi pueblo y allá donde mi pueblo esté estaré yo”, dijo.
Tras recibir el homenaje de los suyos desde el escenario, presidió desde la sala el del mundo flamenco con un espectáculo único. Bajo la coordinación de su hermano, el también gran compositor José Miguel Évora, se interpretó la obra musical ‘Sonantas para Manuel’, que reunió a ocho reconocidos guitarristas andaluces, tantos como provincias tiene Andalucía, y a un prestigioso percusionista. Manuel de la Luz, Niño Seve, Jesús Guerrero, Niño el Tomate, David Carmona, Ricardo Moreno, Diego del Morao y Daniel Casares, acompañados por el mejor de los percusionistas: Paquito González, además de contar con Jorge Pardo, ofrecieron una noche memorable para el compositor y el mejor de los estrenos para una instalación municipal en la que todos le recordarán para siempre.
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